El clima de negocios en Uruguay muestra una leve caída en la percepción positiva del sector privado, según la encuesta semestral de Expectativas Empresariales realizada entre más de 320 ejecutivos de empresas medianas y grandes.
Aun así, el optimismo no desaparece: el 56 % de los consultados considera que el entorno económico es “bueno” o “muy bueno”, frente a un 39 % que lo califica como “neutral” y apenas un 5 % que lo ve “malo” o “muy malo”.
Las cifras surgen de la encuesta semestral sobre Expectativas Empresariales, en base a las opiniones de más de 320 gerentes y altos ejecutivos de empresas medianas y grandes.
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Percepción del clima de negocios
Las respuestas reflejan un deterioro del clima de negocios, con una caída en el porcentaje de empresarios que ven el clima de negocios positivamente (de 68% a 56%) y el surgimiento de un porcentaje que lo ve negativamente, aunque es bajo.
A su vez, la mayoría de las empresas no identifica ni espera cambios en la situación económica del país. Sin embargo, casi un cuarto de los consultados entiende que la situación económica es peor que un año atrás, y menos del 10% espera que mejore en los próximos doce meses. Asimismo, más de un tercio considera que el clima de inversiones empeorará el próximo año.
Las expectativas sobre la marcha de las empresas el próximo año fueron algo mejores que las expresadas en la encuesta previa y notoriamente más favorables que respecto al panorama económico. El porcentaje de quienes esperan una mejora en su empresa (37%) triplica a los que esperan una mejora en la economía (11%).
Adicionalmente, más del 40% de los ejecutivos consultados prevé un mayor volumen de actividad en sus empresas el año próximo y una proporción similar proyecta incrementar la inversión.
Desafíos para las empresas
La presión de costos, la creciente competencia y la incorporación de tecnología, fueron mencionados por los empresarios como los mayores desafíos que enfrentan en sus empresas. En cuarto y quinto lugar quedaron las menciones a problemas de demanda y de gestión de personal.

La última encuesta de expectativas empresariales muestra confianza moderada en la economía uruguaya.
Evaluación de la gestión gubernamental
En cuanto a la gestión del gobierno, cayó el porcentaje de empresarios que aprueba la gestión (de 18 a 13%) y aumentó el porcentaje de los que la desaprueban (de 14 a 30%).
Expectativas económicas
Finalmente, el 11% de los empresarios consultados señala que la situación económica mejorará en el próximo año, mientras 23% dijeron que empeorará. El 66% señala que estará igual. Si bien son más las respuestas negativas, el porcentaje que presume un deterioro bajó de 29 a 23%.
Evolución del clima de negocios en Uruguay en los últimos años
El clima de negocios en Uruguay ha sido históricamente uno de los más estables de América Latina, gracias a su seguridad jurídica, baja volatilidad política y cumplimiento de contratos. Sin embargo, el entorno regional y global ha comenzado a desafiar esa posición, forzando a las empresas locales a adaptarse a una realidad más competitiva.
Durante la última década, Uruguay se destacó por su capacidad para mantener crecimiento con equilibrio macroeconómico, aun en medio de turbulencias externas. La pandemia, la sequía y la desaceleración regional impactaron en la producción y la inversión, pero la confianza empresarial logró sostenerse.
Hoy, con inflación controlada y un sistema financiero sólido, los desafíos giran más en torno a la eficiencia productiva, la innovación tecnológica y la apertura comercial.
Factores que explican el deterioro reciente
Los analistas coinciden en que la percepción de enfriamiento del clima de negocios en Uruguay responde a múltiples factores: la desaceleración del consumo interno, los costos laborales crecientes y la incertidumbre en torno a la política fiscal.
Además, el tipo de cambio estable —aunque valorado por su previsibilidad— limita la competitividad exportadora frente a países vecinos con monedas más devaluadas.
Otro punto clave es la lentitud en algunos proyectos de infraestructura, especialmente en sectores estratégicos como la logística y la energía. Si bien el país mantiene una base institucional fuerte, la demanda de modernización y eficiencia pública se vuelve cada vez más urgente.

El clima de negocios en Uruguay se mantiene estable, aunque con señales de enfriamiento.
El rol de la inversión extranjera directa
La inversión extranjera directa (IED) es un componente esencial del clima de negocios en Uruguay.
Empresas de sectores como la tecnología, los agronegocios y los servicios financieros han mantenido su interés por el país, atraídas por la estabilidad normativa y la calidad de vida.
Sin embargo, expertos señalan que la competencia por capitales internacionales se intensificó y que Uruguay debe ofrecer incentivos más dinámicos para seguir siendo un destino atractivo frente a Paraguay, Chile o Costa Rica.
La mejora de los marcos regulatorios y la digitalización del Estado son claves para consolidar esa ventaja competitiva.
Perspectivas hacia 2026: confianza cautelosa
A corto plazo, los empresarios proyectan moderado crecimiento y prudencia inversora, pero mantienen confianza en la capacidad del país para evitar crisis abruptas. El desafío para los próximos años será combinar estabilidad con innovación y apertura comercial.
El clima de negocios en Uruguay, aunque se enfría levemente, conserva una reputación positiva basada en transparencia y reglas claras.
El futuro dependerá de la capacidad de las empresas y del gobierno para impulsar productividad y modernización sin perder el equilibrio macroeconómico.
¿Podrá Uruguay sostener su reputación como el entorno empresarial más previsible de la región en medio de un mundo cada vez más competitivo y cambiante?
