Tabla de contenidos
El dólar en Uruguay consolida su estabilidad y cierra a 39,78 pesos
El dólar en Uruguay se negoció al cierre de la jornada a 39,78 pesos uruguayos, según reportó Dow Jones, marcando una leve variación positiva del 0,01 % respecto al día anterior.
La divisa estadounidense mantiene así tres sesiones consecutivas al alza, consolidando una tendencia estable que refleja la confianza del mercado en el contexto económico nacional.
Durante la última semana, el dólar acumuló un incremento del 1,13 %, aunque aún se mantiene un 7,64 % por debajo del valor registrado hace un año, lo que demuestra la recuperación gradual del tipo de cambio tras un periodo de ajustes.
Mercado estable y menor volatilidad cambiaria
El informe de cierre destaca que la volatilidad actual del dólar en Uruguay es significativamente menor a la del último año, con un promedio del 12,37 %, lo que indica un escenario más predecible para empresas, importadores y exportadores.
Esta tendencia refuerza la percepción de que la economía uruguaya atraviesa una etapa de estabilidad monetaria, favorecida por políticas fiscales prudentes y una gestión ordenada del Banco Central del Uruguay (BCU).
Expertos del sector financiero sostienen que el fortalecimiento del peso uruguayo frente a otras monedas regionales responde también a la confianza inversora y al crecimiento sostenido de sectores estratégicos como logística, servicios y tecnología.
Perspectivas económicas y proyecciones para 2025
El año 2024 marcó una recuperación económica sólida para Uruguay, luego de un ciclo de desaceleración global.
El país logró combinar crecimiento moderado con estabilidad inflacionaria, posicionándose como un destino atractivo para la inversión regional.
Según el informe de la consultora CBRE, el sector logístico uruguayo continúa dominado por un pequeño grupo de desarrolladores con fuerte presencia en parques industriales. Este modelo estructurado genera alta ocupación y bajo nivel de vacancia, principalmente en Montevideo y Canelones, donde el potencial de expansión sigue siendo elevado.
El estudio también señala que la estabilidad del dólar en Uruguay favorece la previsibilidad de costos, una condición clave para atraer capitales y planificar inversiones a largo plazo.
Un repaso histórico del peso uruguayo
El peso uruguayo se convirtió en la moneda oficial del país en 1993, tras reemplazar a los antiguos pesos luego de un proceso de reforma monetaria y control de la inflación.
El Banco Central del Uruguay fue autorizado en 1991 a emitir nuevos billetes, equivalentes a 1.000 viejos pesos, con la meta de estabilizar el sistema financiero.
Durante la década de 1990, se implementó un régimen de bandas de flotación, que buscaba dar previsibilidad al valor del peso frente al dólar.
Sin embargo, en 2002, bajo la presidencia de Jorge Batlle, una crisis financiera regional provocó fuga de capitales y llevó a adoptar el sistema de flotación independiente, vigente hasta hoy.
A partir de la maxidevaluación de 2002, el peso inició un proceso de apreciación gradual, acompañando la recuperación económica del país.
Uruguay, ejemplo de estabilidad en América Latina
Uruguay se distingue en la región por su alto ingreso per cápita, su baja desigualdad y una clase media sólida que representa alrededor del 60 % de la población.
Estos factores, junto con una institucionalidad fuerte y reglas de juego claras, consolidan al país como uno de los mercados más estables de América Latina.
No obstante, los desafíos persisten: mejorar la competitividad, fomentar la participación de las mujeres en la economía y modernizar el sistema educativo son metas esenciales para sostener el crecimiento a largo plazo.
La estabilidad del dólar en Uruguay es un reflejo de esta madurez económica, donde las políticas fiscales responsables y la gestión monetaria prudente siguen siendo pilares centrales.
¿Podrá Uruguay mantener su estabilidad cambiaria en 2025?
Las proyecciones apuntan a un 2025 con crecimiento moderado y estabilidad cambiaria, aunque sujeto al contexto internacional.
La evolución del dólar en Uruguay dependerá del equilibrio entre el fortalecimiento regional del peso, las decisiones del BCU y las condiciones globales de comercio.
La gran incógnita es si el país logrará mantener esta senda de previsibilidad económica que lo ha convertido en un referente de estabilidad en América Latina.
