Bolivia en shock: Expulsión Luis Arce MAS confirma ruptura definitiva en la izquierda
La expulsión Luis Arce MAS marca el final de un ciclo político en Bolivia tras dos décadas de hegemonía, entre acusaciones de traición, corrupción y fractura interna.
Expulsión Luis Arce MAS se convirtió en la noticia política más trascendente del año en Bolivia. A solo dos días del traspaso de mando al presidente electo Rodrigo Paz Pereira, el histórico Movimiento al Socialismo (MAS) anunció la expulsión definitiva del mandatario Luis Arce Catacora, alegando “malos resultados electorales”, denuncias de corrupción y deslealtad institucional.
La decisión, comunicada por el presidente del MAS, Grover García, en conferencia de prensa, significa la ruptura formal entre el partido fundado por Evo Morales y su antiguo líder de gobierno.
“La pérdida de confianza es total”, expresó García. “Luis Arce no regularizó aportes económicos ni respondió a las observaciones por desvío de fondos partidarios.”
Causas de la expulsión Luis Arce MAS
El comunicado oficial del MAS señaló tres razones principales detrás de la medida:
Malos resultados electorales: el partido obtuvo apenas 3,17% de los votos en las elecciones del 17 de agosto, su peor desempeño desde 2002.
Irregularidades financieras: el desvío de aportes obligatorios de funcionarios y militantes hacia cuentas no verificadas.
Deslealtad política: maniobras internas que habrían afectado la candidatura oficialista de Eduardo del Castillo y Milan Berna.
“Se ha visto una traición en pleno proceso electoral”, afirmó García.
El Ministerio Público fue instado a investigar el destino de los fondos y las presuntas irregularidades cometidas durante la gestión de Arce.
Ruptura entre Luis Arce y Evo Morales
La expulsión Luis Arce MAS no solo simboliza una sanción administrativa, sino el fin de la alianza políticaentre Arce y Morales, que había comenzado en 2006.
El exmandatario Evo Morales, fundador del partido y figura emblemática del socialismo boliviano, ya había criticado duramente al presidente saliente por “traicionar el proyecto del pueblo”. Ambos líderes protagonizaron durante dos años un enfrentamiento público sobre la conducción del Estado y el rumbo ideológico del MAS.
“El MAS no puede seguir siendo rehén de la corrupción ni de los traidores al proceso de cambio”, declaró Morales en su programa radial semanal.
Evo Morales anunció la expulsión de Luis Arce del MAS y afirmó que el partido debe recuperar su esencia y transparencia tras años de división interna. (EFE/Jorge Abrego
Fractura política y consecuencias internas
La expulsión Luis Arce MAS desató una crisis institucional sin precedentes dentro del oficialismo. Con la salida del presidente, se formaliza una división entre dos bloques irreconciliables:
El ala morenista, liderada por Evo Morales, que busca retomar el control total del partido.
El sector arceísta, alineado a exministros y legisladores que defienden la gestión saliente.
El resultado electoral terminó por acelerar la fragmentación del movimiento. La Alianza Popular, encabezada por Andrónico Rodríguez, obtuvo mayor apoyo popular que el MAS, confirmando la pérdida de representatividad del bloque histórico.
Derrota electoral y fin de ciclo
La derrota electoral del MAS en 2025 marcó un punto de inflexión en la política boliviana. Después de casi veinte años de gobiernos consecutivos, el partido cayó al tercer lugar en intención de voto, detrás del Partido Demócrata Cristiano (PDC) de Rodrigo Paz y del frente opositor encabezado por Jorge “Tuto” Quiroga.
Con el 54,96% de los votos, Rodrigo Paz asumirá la presidencia, mientras el MAS enfrenta su peor crisis estructural.
El resultado electoral evidenció el agotamiento de un modelo que, durante dos décadas, combinó bonanza económica con creciente conflicto interno.
Luis Arce: del economista moderado al líder cuestionado
Luis Arce Catacora, economista de formación y ministro de Economía durante el gobierno de Evo Morales, fue considerado el arquitecto del “milagro boliviano” entre 2006 y 2014. Su ascenso a la presidencia en 2020 representó la continuidad del proceso de cambio, pero las tensiones internas, la desaceleración económica y los escándalos de corrupción minaron su liderazgo.
En mayo de 2025, Arce renunció a su intención de reelección, llamando a la unidad de la izquierda. Sin embargo, las divisiones ya eran irreversibles.
La fractura final del MAS
La expulsión Luis Arce MAS culmina un proceso de desgaste progresivo que comenzó tras las protestas de 2023. Analistas políticos sostienen que el partido perdió su base social tradicional en zonas rurales y sindicatos, a la vez que no logró renovar su liderazgo urbano.
“El MAS fue víctima de su propio éxito”, opinó la politóloga Mariela Quiroga. “El control absoluto del poder generó una burocracia que terminó ahogando su esencia popular.”
El movimiento, que alguna vez fue sinónimo de hegemonía en Bolivia, atraviesa ahora su mayor crisis de legitimidad.
Repercusiones internacionales
La expulsión Luis Arce MAS tuvo eco inmediato en América Latina. Partidos aliados como el PT de Brasil y el Frente Amplio de Uruguay expresaron preocupación por la ruptura, mientras organismos como la OEA y la CELAC destacaron la necesidad de estabilidad institucional.
Evo Morales, por su parte, anunció una “reorganización total del movimiento” y aseguró que “el pueblo volverá a gobernar con ética y transparencia”.