La nueva encuesta de Equipos Consultores confirma un cambio de tendencia en la evaluación ciudadana hacia el presidente Yamandú Orsi. Según los datos difundidos por Subrayado (Canal 10), solo el 36% de los uruguayos aprueba su gestión, mientras que el 32% la desaprueba y el 28% mantiene una postura neutra. El 4% restante prefirió no responder.
Este resultado coloca a Orsi en una posición intermedia y revela el inicio del fin de la llamada “luna de miel” con la opinión pública, una fase habitual en los primeros meses de gobierno.
Resultados generales de la encuesta
El informe destaca que la opinión ciudadana está dividida en tercios. Con un saldo levemente positivo (+4), la foto política muestra un país equilibrado entre aprobación, desaprobación y neutralidad.
Según Ignacio Zuasnabar, director de Equipos, se trata de una “foto razonablemente buena, pero no tan cómoda”, reflejando un clima político en ajuste después de los primeros meses de mandato.
Comparación con mediciones anteriores
En agosto, Orsi tenía 43% de aprobación y 25% de desaprobación. En solo dos meses, el saldo positivo cayó de +18 a +4.
Este descenso representa una pérdida de casi siete puntos porcentuales de aprobación, una señal de alerta para el gobierno.
El contraste con el período anterior también es relevante: a esta altura de su gobierno, Luis Lacalle Pou contaba con 60% de aprobación y solo 20% de desaprobación.
Análisis por afinidad política
Entre quienes votaron a Orsi en el balotaje, el 59% aprueba su gestión, el 24% mantiene una postura neutral y el 15% la desaprueba.
Entre los votantes de Álvaro Delgado, la evaluación es radicalmente distinta: solo el 11% aprueba y más de la mitad (53%) desaprueba su gestión.
Estos datos muestran que la polarización política sigue influyendo en la valoración del gobierno y que el desafío del presidente pasa por recuperar apoyo más allá de su base electoral.
La lectura de Ignacio Zuasnabar
Zuasnabar calificó los resultados como una “foto dividida en tercios”, una descripción que sintetiza el escenario actual. Según el analista, los cambios reflejan una normalización del vínculo entre la ciudadanía y el gobierno.
En palabras del propio director: “Es una foto razonablemente buena, pero no tan cómoda”.
La explicación principal está en la disminución del efecto novedad y en el aumento de las expectativas no cumplidas, típicas de los primeros ajustes políticos.

El contraste con la gestión de Lacalle Pou
Al comparar con el mismo momento del ciclo anterior, Lacalle Pou gozaba de mayor respaldo social. Esto no implica necesariamente un fracaso de Orsi, sino una mayor exigencia de resultados en un contexto económico y político más desafiante.
Analistas políticos consultados por diversos medios sostienen que la aprobación de Orsi podría recuperarse si el gobierno logra mostrar avances visibles en seguridad, empleo y gestión pública, áreas que concentran las principales preocupaciones ciudadanas.

Ficha técnica y metodología
El relevamiento se realizó entre el 7 y el 19 de octubre de 2025, combinando entrevistas presenciales (722 casos) y telefónicas (400 casos), alcanzando un total de 1.122 encuestas válidas.
El margen de error máximo es de ±2,8% con un nivel de confianza del 95%.
Este enfoque mixto otorga al estudio una representatividad sólida a nivel nacional, abarcando distintos estratos sociales, edades y regiones del país.
Impacto político y proyecciones
El descenso en la aprobación de Orsi no implica una crisis, pero sí una advertencia estratégica para el gobierno. El Frente Amplio deberá reforzar su comunicación política y mostrar resultados concretos si quiere mantener el equilibrio de opinión favorable.
La oposición, por su parte, podría aprovechar el momento para posicionarse como alternativa ante un electorado que empieza a evaluar con mayor exigencia.
Expertos señalan que, en este contexto, la percepción de gestión será clave en los próximos meses, especialmente de cara a la preparación del presupuesto nacional y las políticas de reactivación económica.
La encuesta de Equipos Consultores deja en claro que Yamandú Orsi enfrenta un escenario desafiante, con una aprobación que se estabiliza en torno al 36% y una ciudadanía cada vez más crítica.
¿Podrá el presidente recuperar el respaldo perdido y transformar esta “foto dividida” en una tendencia positiva?
