Tamberos uruguayos reclaman cambios en el destino del impuesto lácteo
Las gremiales lecheras propusieron que el impuesto del 2,5‰ a las exportaciones de productos lácteos se destine al Inale, y no al LATU, para financiar su funcionamiento.
Las gremiales lecheras solicitaron al Senado que los fondos del impuesto a las exportaciones de productos lácteos se destinen al Inale para fortalecer al sector.
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El debate sobre el financiamiento del Inale volvió al Parlamento uruguayo.
Las principales gremiales lecheras del país presentaron un documento ante la Comisión de Presupuesto del Senado solicitando que los fondos provenientes del impuesto de 2,5‰ a las exportaciones de productos lácteos sean asignados directamente al Instituto Nacional de la Leche (Inale), y no al Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) como ocurre actualmente.
Qué propone el sector lechero
La iniciativa fue presentada por siete gremiales: la Agremiación de Tamberos de Canelones, la Asociación Nacional de Productores de Leche, la Asociación de Productores de San José, la Sociedad de Fomento Rural de La Casilla, la Sociedad de Productores de Leche de Florida, la Sociedad de Productores de Leche de Rodríguez y la Sociedad de Productores de Leche de San Ramón.
El planteo busca que los recursos del impuesto cubran los gastos operativos del Inale, una institución que —según los firmantes— debe ser sostenida por el propio sector y no por rentas generales.
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Los fundamentos del reclamo
Las gremiales estructuraron su propuesta en cinco fundamentos principales, centrados en criterios de justicia, eficiencia y coherencia institucional.
El primero establece que el Inale, al ser un organismo técnico del sector, debe financiarse con fondos provenientes de la producción lechera, no del contribuyente común.
El segundo punto recuerda que en su origen, el impuesto fue asignado al LATU debido a su rol en el control de exportaciones, pero esa función ahora la cumple el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
“Ya no se justifica que el LATU reciba estos fondos, pues la tarea de contralor cambió de manos hace años”, señalaron los productores.
Productores lecheros uruguayos entregaron al Senado una propuesta para que los fondos del impuesto a exportaciones se destinen al Inale y no al LATU. Fotógrafo: James MacDonald/Bloomberg
El impuesto y su destino actual
El impuesto de 2,5 por mil (‰) a las exportaciones de productos lácteos fue creado por la Ley 16.226 de 1991, con el objetivo de fortalecer el sistema de control de calidad y exportación.
Hoy ese dinero —unos 2 millones de dólares anuales— se destina al LATU, pero los productores afirman que ya no existe una justificación técnica para esa asignación.
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De concretarse la propuesta, el Inale pasaría a recibir directamente esos fondos, asegurando su sostenibilidad financiera sin depender de transferencias estatales.
Impacto económico en los productores
El documento presentado ante los senadores explica que cada cargo impositivo sobre las exportaciones impacta directamente en el precio que reciben los productores.
Al restarse esos fondos del ingreso global del sector, el precio final por litro de leche se reduce.
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“Si el impuesto se aplica sobre la leche exportada, en los hechos lo paga el productor. Por eso pedimos que vuelva al Inale, donde tiene un retorno claro para toda la cadena láctea”, sostuvieron.
Ejemplos de reasignación en otras áreas
El cuarto punto del documento destaca que no sería la primera vez que se modifica el destino del impuesto a exportaciones. La Ley 19.924 (Presupuesto 2020–2024) ya estableció excepciones para otros sectores: la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias recibe parte del impuesto de productos farmacéuticos, y la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) lo percibe para productos de pesca.
Los productores lecheros sostienen que su propuesta se enmarca en la misma lógica legal y presupuestal.
La postura ética y presupuestal
El quinto fundamento resalta el componente ético de la propuesta:
“Es justo que el sector financie su propio instituto y no el contribuyente”.
Además, remarcan que esta reasignación liberaría aproximadamente 35 millones de pesos uruguayos, que podrían destinarse a otros fines prioritarios definidos por el Parlamento.
Esta reasignación permitiría, según las gremiales, una gestión más transparente y eficiente de los recursos públicos.
Posición de las gremiales firmantes
Las organizaciones firmantes consideran que el Inale es un instrumento clave para el desarrollo sostenible del sector, ya que articula políticas públicas, investigaciones y asistencia técnica.
Sin embargo, denuncian que su financiamiento actual es insuficiente y dependiente del Estado, lo que compromete su independencia operativa.
Por eso, insisten en que el dinero del sector debe volver al sector, garantizando una inversión con retorno directo a la producción, la innovación y la competitividad.
Posibles efectos sobre el Inale y el LATU
De aprobarse el cambio, el Inale contaría con recursos estables para fortalecer su estructura técnica, programas de innovación y promoción del consumo interno.
En cambio, el LATU perdería una fuente de ingresos menores, aunque seguiría operando con sus recursos propios provenientes de certificaciones y servicios.
Expertos señalan que esta reasignación no afectaría la labor general del LATU, pero sí fortalecería al eslabón más débil de la cadena láctea: el productor.
La propuesta de las gremiales lecheras introduce un debate estructural sobre la gestión de los impuestos sectoriales en Uruguay. El pedido de reasignar el impuesto al Inale busca no solo una solución financiera, sino también una declaración de independencia y pertenencia del sector.