Producción de carne sube, pero advierten pérdida de más de un millón de cabezas

by 15 de agosto de 2025

El último informe de Rosgan muestra que la segunda mitad del año arranca con un nivel de faena que no da señales de moderación. Entre enero y julio ya se procesaron 7,85 millones de cabezas, una cifra ligeramente superior a la del mismo período del año pasado.

Si la tendencia histórica se mantiene, el 2025 cerraría con alrededor de 14 millones de cabezas faenadas, lo que implicaría una oferta de carne cercana a los 3,2 millones de toneladas. Esto marcaría el tercer año consecutivo con faenas por encima del nivel de equilibrio, comprometiendo nuevamente la recuperación del stock bovino.

Un balance complicado para el rodeo nacional

El ciclo pasado cerró con 13,9 millones de cabezas faenadas y una producción de terneros que apenas repuso unos 14,6 millones, descontando la mortandad natural. El resultado: más de un millón de cabezas menos en el stock.

Para estabilizar el rodeo este año, repitiendo ese nivel de faena, habría que mejorar la relación ternero/vaca en unos cinco puntos porcentuales, pasando del 65% a más del 70% de destete, después de varios años estancados en el 63%.

Más kilos por animal: clave para sostener la oferta

Además del número de cabezas, Rosgan remarca que la producción depende de los kilos logrados por cada animal. En los primeros siete meses, la faena de novillos creció un 12% respecto al año pasado, alcanzando unas 650.000 cabezas.

Esto se tradujo en un aumento del 2% en la producción de carne, con 45 a 50 kilos más por res en comparación con los novillitos. El peso promedio actual es de 287 kilos por res en novillos y 239 kilos en novillitos.

La recría y el feedlot comienzan a recuperar protagonismo

De los 7,2 millones de terneros que salieron de los campos de cría, el 77% pasó por recría a campo y el 23% fue directamente a feedlot. Esta recuperación en la recría se explica por la mejora en las condiciones pastoriles tras la sequía.

El feedlot sigue siendo clave para la terminación final, aportando control y calidad en la carne que llega al mercado.

La faena de hembras, un punto de alerta

Aunque la faena de vacas comenzó a moderarse tras dos años de alta extracción por la sequía, la situación es distinta en las vaquillonas, cuya faena creció un 6% este año y acumula un aumento del 10% en tres años. Esto significa 800.000 vientres menos en el stock.

Para Rosgan, lograr una moderación en esta categoría será fundamental para no restringir la oferta de carne en los próximos ciclos.

📌 Conclusión: El desafío del sector ganadero argentino pasa por encontrar el equilibrio entre la extracción y la reposición, mejorando los índices reproductivos y aumentando los kilos por animal para asegurar la sustentabilidad del negocio.

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