Inicio Panorama mundialArgentinaSeis delincuentes armados ejecutaron un brutal robo a un motociclista en Buenos Aires

Seis delincuentes armados ejecutaron un brutal robo a un motociclista en Buenos Aires

El escalofriante registro muestra la coordinación de los delincuentes en la autopista. La víctima de 62 años suplicó por su vida bajo amenaza de arma.

por Helen CartwrightHelen Cartwright
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Robo a un motociclista: el video que revela la impunidad de las bandas

La tarde del domingo en la Autopista Ricchieri en la ciudad de Buenos Aires. dejó de ser un tranquilo regreso a casa para convertirse en el escenario de un robo a un motociclista que hiela la sangre a cualquiera que lo vea. Guillermo, un vecino que está a punto de cumplir 63 años y lleva medio siglo sobre las dos ruedas, fue interceptado por una jauría de seis delincuentes que, a punta de pistola, lo despojaron de su herramienta de transporte diario. Lo que diferencia a este hecho de la inseguridad ciudadana cotidiana es que la víctima llevaba una cámara en su casco, capturando cada segundo de la violencia y la desesperación en tiempo real.

El episodio ocurrió cerca de las 17 horas, a la altura del Mercado Central, una zona de tránsito incesante que no amedrentó a los delincuentes en lo más mínimo. La banda de motochorros demostró una coordinación quirúrgica para concretar el asalto al motociclista, flanqueando a la víctima con varias unidades hasta obligarla a detenerse en plena traza asfáltica. El registro audiovisual, que ya circula de forma viral en todas las plataformas, permite escuchar el momento en que el hombre, consciente del peligro extremo, entrega el vehículo sin oponer resistencia mientras ruega por su integridad física.

Cámaras de seguridad y robo a un motociclista

Reconstrucción del hecho ocurrido en el robo a un motociclista en la autopista.

La emboscada milimétrica en la Autopista Ricchieri

Apenas a dos kilómetros del peaje, el entorno de Guillermo cambió drásticamente cuando una moto con dos ocupantes se le plantó delante, bloqueando su línea de marcha de forma abrupta. Al mismo tiempo, otros dos vehículos lo encajonaron por los costados, completando la «pinza» táctica necesaria para asegurar el atraco sin dejarle margen de maniobra o escape. La víctima sospecha que una cuarta moto venía por detrás para actuar como apoyo y evitar que cualquier automovilista pudiera intervenir de forma inmediata en el atraco.

El procedimiento de los delincuentes resultó meticuloso y dejó en evidencia que conocían perfectamente los tiempos de la autovía y los puntos ciegos de la vigilancia policial. Uno de los asaltantes bajó rápidamente, lo palpó en busca de dinero o joyas y, de manera violenta, lo bajó del asiento para tomar el control del rodado de alta cilindrada. Durante el despojo a un motociclista, la tensión fue tal que Guillermo solo atinó a repetir una frase que resume el miedo que se vive en los accesos urbanos: “Para, para. Tomá, tomá… te la doy, no me hagan nada”.

El auxilio de un extraño y la denuncia en Tapiales

Tras ser bajado a los manotazos, el hombre quedó solo y aturdido en el medio de la autopista, viendo cómo su moto desaparecía en el horizonte junto a la escolta de delincuentes armados. Fue en ese momento de total desamparo que apareció una camioneta Mercedes Benz Sprinter, cuyo conductor, testigo involuntario de la secuencia, se detuvo para asistir a la víctima. El diálogo captado por el micrófono del casco es desgarrador: Guillermo, en estado de shock, le pregunta al conductor si puede llevarlo hasta una comisaría, ya que no sabía cómo proceder tras el robo a un motociclista.

El testigo no dudó en subirlo al vehículo y trasladarlo hasta la dependencia policial de la localidad de Tapiales, donde finalmente se radicó la denuncia formal ante las autoridades competentes. La causa quedó en manos del fiscal Matías Nahuel Marando, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº12 de San Justo, quien ya cuenta con el material fílmico del casco como prueba irrefutable. Este registro es clave, no solo por la identificación de las vestimentas, sino por la fisonomía de las motos utilizadas para concretar el robo a un motociclista de manera tan alevosa.

Una zona liberada bajo la lupa de la justicia

La Autopista Ricchieri es una arteria vital que conecta la capital con el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, lo que supone una presencia constante de patrullaje y cámaras de monitoreo inteligente. Sin embargo, los investigadores señalan que estos grupos de delincuencia organizada estudian los baches en la vigilancia para ejecutar el robo a un motociclista con total libertad y rapidez. El hecho de que hayan actuado seis personas armadas a plena luz del día sugiere una estructura criminal que va más allá del simple arrebato, implicando logística de desarmaderos.

Hoy Guillermo se encuentra en su casa, ileso físicamente pero marcado por una experiencia que le quitó las ganas de volver a rodar por las rutas que tanto conocía. Mientras tanto, las autoridades analizan las cámaras de la traza para reconstruir la ruta de escape de los sospechosos tras el robo a un motociclista. La saña con la que fue abordado y la facilidad con la que los delincuentes se evaporaron del lugar ponen nuevamente en tela de juicio la efectividad de los operativos de seguridad en los corredores viales más transitados del país.

¿Es posible recuperar la confianza en las rutas cuando bandas coordinadas pueden sitiar a un ciudadano a plena luz del día sin que el sistema de vigilancia logre prevenir el ataque?

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