Las autoridades refuerzan los controles en rutas y aeropuertos ante nuevas formas de tráfico de estupefacientes.
Desde Paysandú, una mujer intentó exportar cocaína escondida en prendas de vestir hacia Medio Oriente. La operación fue detectada en el Aeropuerto de Carrasco.
Una investigación de la Brigada Antidrogas de Paysandú, que arrancó tras una incautación en el Aeropuerto de Carrasco, logró desarmar una movida inédita: el envío de cocaína al exterior camuflada en encomiendas. La responsable terminó condenada a dos años de cárcel.
Todo empezó a principios de abril, cuando funcionarios de la Dirección Nacional de Aduanas, que laburan en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, vieron algo raro en dos paquetes que pasaron por el escáner. Como notaron diferencias en la densidad, pidieron apoyo a la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (DGRTID) y a la Policía Científica de Canelones para revisar más a fondo.
Dentro de las encomiendas encontraron ropa que, a simple vista, no levantaba sospechas. Sin embargo, las pruebas de campo confirmaron que escondían clorhidrato de cocaína, con un peso total de 1,814 kilos. Si el cargamento llegaba a destino —Arabia Saudita—, la guita estimada rondaría los 520.000 dólares.

Como los envíos habían salido desde Paysandú, la Fiscalía de 3er Turno derivó la investigación a la Brigada Departamental Antidrogas de ese departamento. Gracias a un trabajo de inteligencia, lograron reconstruir cómo era la maniobra: mandar droga por correo a Medio Oriente, una modalidad que nunca se había visto en la región.
Después de juntar pruebas, hicieron un allanamiento en una casa de la zona sur de Paysandú. Ahí incautaron elementos clave y detuvieron a una mujer de 28 años, identificada como J.V.B.S., sin antecedentes penales.
Tras la audiencia judicial, el Juzgado Letrado dispuso la formalización de la causa y, mediante un juicio abreviado, condenó a la mujer como coautora de dos delitos de tentativa de exportación de sustancias estupefacientes, en régimen de reiteración real. La pena fijada fue de dos años de penitenciaría.
Por otro lado, desde la Brigada Antidrogas señalaron que las investigaciones siguen en curso, buscando posibles conexiones que expliquen si esta movida fue aislada o parte de algo más grande.