Daniel Sturla, destacado entre los favoritos al papado, se posiciona en el Papability Index tras la muerte del Papa Francisco. Foto Gastón Britos / FocoUy
La muerte del Papa Francisco abre una etapa de cambios en el Vaticano, con el cardenal uruguayo Daniel Sturla como uno de los nombres destacados para su sucesión.
La reciente muerte del Papa Francisco marca un nuevo capítulo en la historia del Vaticano. En los próximos días, el Colegio de Cardenales se reunirá en cónclave para elegir a su sucesor, en un ambiente donde las tensiones internas, los equilibrios geográficos y las especulaciones mediáticas dominan la escena.
En este contexto, un dato llamó especialmente la atención: el cardenal uruguayo Daniel Sturla figura entre los principales candidatos a ocupar el trono de San Pedro. El Papability Index, un algoritmo no oficial que mide probabilidades en base a variables concretas como edad, idiomas, perfil público y trayectoria eclesiástica, ubica a Sturla en el puesto 12 del ranking.
Este índice, aunque no tiene reconocimiento formal dentro de la estructura vaticana, ha ido ganando notoriedad por su capacidad para traducir factores complejos en una fórmula de cálculo comparativo. Según esta medición, la edad de Sturla, su bajo perfil mediático, su nombramiento realizado por el Papa recientemente fallecido y su dominio de varios idiomas, fortalecen su perfil como uno de los papables mejor posicionados.
Sturla, de 64 años, es el único cardenal uruguayo entre los favoritos, lo que para muchos analistas representa no solo un orgullo nacional, sino también una evidencia del crecimiento de América Latina dentro de la Iglesia Católica. La región ya había cobrado relevancia con el propio Francisco, el primer Papa surgido de este continente.
El próximo cónclave será seguido con lupa. En juego no está solo el liderazgo espiritual de más de mil millones de católicos en el mundo, sino también la continuidad o el cambio de las políticas de apertura e inclusión impulsadas durante el pontificado de Francisco.
Mientras tanto, el nombre de Daniel Sturla resuena con fuerza entre quienes ven en él un posible puente entre la tradición y las nuevas realidades que enfrenta la Iglesia. Si bien el Papability Index no garantiza resultados, sí refleja un escenario donde Uruguay, un país pequeño en el mapa global, podría tener un rol inesperado en el futuro del Vaticano.
La elección será también una prueba de hasta qué punto los factores geopolíticos y culturales pesan en la balanza vaticana. En ese entramado de influencias y decisiones a puertas cerradas, el nombre de Sturla brilla con una luz que, hasta hace poco, parecía reservada a otras latitudes.