MetSul advierte por una ola de calor intensa que afecta a Uruguay y la región con picos de hasta 42°C

MetSul alerta por una ola de calor con picos de 42°C en Uruguay y la región. Se esperan tormentas aisladas con lluvia, viento y granizo

Las altas temperaturas y el riesgo de tormentas aisladas podrían complicar la semana. Las autoridades piden tomar precauciones

MetSul advierte por una ola de calor que traerá temperaturas extremas y tormentas aisladas en Uruguay, Argentina, Paraguay y Brasil. Se esperan máximas de hasta 42°C.


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El anuncio llegó sin rodeos: la región está a las puertas de una ola de calor que promete hacer sudar hasta las piedras. MetSul Meteorología fue claro en su advertencia: los termómetros van a dispararse en los próximos días, con temperaturas que podrían alcanzar los 42°C en algunas zonas. Argentina, Uruguay, Paraguay y varios estados del sur de Brasil están en la mira de este fenómeno climático que no solo traerá calor extremo, sino también el riesgo de tormentas repentinas.

A medida que la semana avance, las máximas empezarán a escalar de forma sostenida. En territorio uruguayo, los 35°C serán moneda corriente, sobre todo en el norte, donde los valores podrían superar cómodamente los 40°C. Pero no se trata solo de calor sofocante. El aire caliente genera condiciones ideales para que, de un momento a otro, el cielo se encapote y desate tormentas localizadas, con lluvias intensas, granizo y ráfagas fuertes.

Este tipo de tormentas no afectan a todas las zonas por igual. Se forman de manera aislada y, aunque no duran mucho, pueden ser lo suficientemente intensas como para causar daños. Según MetSul, las tardes y noches serán los momentos de mayor riesgo, cuando el sol del día haya calentado lo suficiente como para disparar movimientos de aire ascendente en la atmósfera. Esos movimientos forman nubes conocidas como Torre Cumulus y Cumulonimbus, responsables de las tormentas eléctricas.

No es la primera vez que pasa algo así. A principios de año, un escenario muy parecido dejó daños en varias localidades de la región, con voladuras de techos, árboles caídos y cortes de energía. Todo indica que este fenómeno será similar, por lo que las autoridades ya están en alerta.

Pero el calor no solo incomoda y agota. También puede ser peligroso para la salud. Las autoridades recomiendan no subestimar las altas temperaturas, sobre todo en las horas pico. Evitar la exposición directa al sol, mantenerse hidratado y prestar atención a los más vulnerables —como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas— son medidas fundamentales para prevenir golpes de calor y otros problemas asociados.

En el campo, la preocupación también está presente. Los productores están tomando precauciones para evitar que el ganado y los cultivos sufran las consecuencias de esta ola de calor. La falta de agua y las altas temperaturas pueden provocar estrés térmico en los animales, mientras que las plantas corren riesgo de deshidratación. Además, el riesgo de incendios forestales y en pastizales aumenta de forma considerable cuando el calor se combina con baja humedad y viento.

En Brasil, los estados de Mato Grosso do Sul y São Paulo estarán entre los más afectados por esta ola de calor, que podría extenderse varios días antes de que las condiciones climáticas comiencen a estabilizarse. En Paraguay, también se espera que las temperaturas altas compliquen las actividades cotidianas, especialmente en las zonas rurales, donde la infraestructura suele ser más limitada para enfrentar estos fenómenos.

En Argentina, las provincias del Centro y Norte serán las que sufran las temperaturas más altas, con un panorama similar al de Uruguay. Las máximas superiores a los 40°C se convertirán en el mayor desafío para quienes deban trabajar o transitar al aire libre.

MetSul advirtió que este tipo de fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y están vinculados a los cambios en los patrones de temperatura y precipitaciones. Las olas de calor ya no son episodios excepcionales, sino una realidad que se repite con mayor frecuencia y severidad.

El calor también trae consigo la posibilidad de tormentas eléctricas que se forman rápidamente y pueden causar destrozos en áreas específicas. La formación de estas tormentas es impredecible, pero hay un patrón claro: se forman durante las tardes y noches, cuando el calentamiento diurno genera movimientos convectivos en la atmósfera. Esos movimientos dan lugar a nubes que crecen de forma vertical hasta alcanzar gran altura y, en cuestión de minutos, descargan lluvias intensas, vientos fuertes y granizo.

Las autoridades ya están monitoreando de cerca la evolución de las condiciones meteorológicas. Se recomienda a la población que esté atenta a los reportes del tiempo y tome las medidas necesarias para evitar complicaciones. Además, en zonas rurales, se pide extremar las precauciones para prevenir incendios, que en esta época del año pueden propagarse rápidamente y causar serios problemas.

Mientras tanto, la región se prepara para afrontar una semana que promete ser larga y pesada. El calor no dará tregua y las tormentas podrían aparecer cuando menos se lo espere. Las recomendaciones son claras: mantenerse hidratado, evitar actividades bajo el sol en las horas más calurosas y, sobre todo, estar atentos a los cambios en el tiempo.


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